Pintar con pintura pastel
La pintura pastel es una técnica pictórica seca de una
calidad excelente. Se trata de barritas compuestas de goma de pigmento y goma
de tragacanto como aglutinante, muy parecidas físicamente a las populares
“tizas” de pizarra.
El pastel tiene un aspecto aterciopelado sobre el papel,
vivo, atractivo. Es una técnica muy agradecida puesto que usas mucho las
manos, no necesitas pinceles, paleta, ni
disolventes.
Me encanta esa espontaneidad y agilidad que te ofrece el
pastel, además de permitirte crear ese realismo que busco siempre para mis
cuadros, de una manera llamativa y
vibrante.
La mayor desventaja del
pastel es lo delicado que es. Es, en realidad, polvo que se puede estropear
fácilmente en apenas un roce. Por ello se usa un fijador, similar a una laca,
para tratar que el pigmento se adhiera al papel con más firmeza. Así evitamos
que se estropee con tanta facilidad, pero aun así, debe protegerse nada más
acabar la obra, con papel de seda u otros papeles válidos. A la hora de
enmarcar un cuadro pintado con pastel, debe ponerse un cristal, que será por lo
que finalmente estará totalmente protegido.
Mi primer contacto
con el pastel fue hace ya unos cuantos años y poco a poco he ido
investigando marcas, papeles, y colores que iba añadiendo a mis pertenencias con la misma
ilusión de un niño con un caramelo.
Las pinturas pastel me aportan mucho. Es quizá la técnica
con la que más disfruto por el hecho de usar las manos y tener contacto directo con las pinturas.
Podéis ver el resultado de algunos trabajos con pintura pastel para ver el resultado.
Podéis ver el resultado de algunos trabajos con pintura pastel para ver el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Cuál es tu opinión?