La pintura no tiene edad. A los niños les encanta la pintura y disfrutan verdaderamente con ella. Nada más hay que ver sus caras disfrutando.
La pintura tiene muchos beneficios para los niños, ya que estimula la comunicación, la creatividad, la sensibilidad, y aumenta su capacidad de concentración y expresión. Y es que, través de la pintura, descubren un mundo lleno de colores, formas, trazos e imaginación, simbolizando sentimientos, inquietudes, emociones. Para ellos también es una experiencia.
Hay niños que despiertan más interés de lo normal por la pintura. En mi caso estaba claro, sólo quería dibujar y pintar, sólo pedía papel y pinturas, sólo me entretenía con la pintura, eso sí, lo gozaba. Me tranquilizaba y serenaba. Sin duda, agradezco a mis padres la motivación que en ese momento me dieron, creo que es fundamental. Nunca me falto papel, ni pinturas para dibujar y pintar, ni libros para colorear. Era para mí el ejercicio más gratificante.
Hay muchas formas de motivar a los niños a la pintura. A través de cursos, los niños aprenden a utilizar nuevos materiales y técnicas. Talleres, juegos, visitas a exposiciones...son actividades que les puede llamar mucho la atención, y al mismo tiempo, les ayuda a desarrollar sus gustos y perfil artísticos.